Al menos 26 turistas mueren y 13 resultan heridos en una ataque insurgente en la región india de Cachemira

Difícil acceso para evacuar a los heridos

Según una fuente policial, el ataque ha sido cometido cuando las víctimas, incluidos varios turistas procedentes de otras partes de la India, paseaban por una pradera ubicada a unos cinco kilómetros de la ciudad de Pahalgam. El lugar es un punto frecuentado por locales y por turistas indios, que acuden a pasear por los verdes pastos. El turismo, especialmente durante los meses de verano, ha resurgido a medida que la violencia militante islamista ha disminuido en los últimos años

El acceso a la pradera solo es posible a pie o a caballo, por lo que los heridos más graves han tenido que ser trasladados al hospital en helicóptero. Los más leves han bajado caminando.

«El tiroteo se produjo delante de nosotros», ha declarado un testigo a la emisora India Today. «Pensamos que alguien estaba lanzando petardos, pero al oír a otras personas (gritando), salimos rápidamente de allí. Salvamos la vida y corrimos«. Otro testigo ha relatado que corrieron durante cuatro kilómetros: «No nos detuvimos… Estoy temblando».

Según otros supervivientes citados por el medio, los supuestos insurgentes comenzaron a disparar y alegaron que algunos de los turistas no eran musulmanes.

En el ataque, han participado dos o tres militantes, según recoge el periódico Indian Express, que cita a un alto mando policial no identificado.

Varios miembros de las fuerzas de seguridad han sido enviados rápidamente al lugar del ataque. Sin embargo, no se ha notificado el arresto de ninguna personas hasta el momento, según ha informado la Policía.

‘Resistencia de Cachemira’ se ha atribuido el ataque

Un grupo militante poco conocido, la ‘Resistencia de Cachemira’, se ha atribuido la responsabilidad del ataque en un mensaje en redes sociales. En el texto, han expresado su descontento por el asentamiento de más de 85.000 «forasteros» en la región, lo que ha provocado un «cambio demográfico».

«En consecuencia, la violencia se dirigirá contra quienes intentan asentarse ilegalmente», han afirmado. La agencia de noticias Reuters no ha podido verificar de forma independiente la fuente de este mensaje.

El Gobierno regional de Cachemira informó a su legislatura este mes que cerca de 84.000 extranjeros, provenientes de la India, habían obtenido derechos de residencia en el territorio en los últimos dos años.

El primer ministro indio condena el ataque

El primer ministro de la India, Narendra Modi, que se encuentra actualmente de visita oficial en Arabia Saudí, ha condenado el ataque en un mensaje en X, en el que ha agregado que «quienes están detrás de este acto atroz serán llevados ante la justicia».

El ministro del Interior indio, Amit Shah, ha anunciado su viaje urgente a Cachemira para celebrar una reunión de seguridad.

Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha enviado un mensaje a Modi para expresar sus condolencias por el ataque. «Reciban nuestras profundas condolencias por las trágicas consecuencias del atentado terrorista en las cercanías de la ciudad de Pahalgam, que cobró víctimas civiles de varios países. Este cruel crimen no puede tener justificación alguna», ha indicado el mandatario ruso en un telegrama citado por el Kremlin.

Putin ha expresado su deseo de que los organizadores y ejecutores del atentado «reciban el merecido castigo».

Asimismo, el Gobierno de España ha condenado «enérgicamente» el atentado terrorista. «Condenamos enérgicamente el brutal atentado terrorista contra turistas y civiles perpetrado hoy en Cachemira. Nuestros pensamientos están con las víctimas y sus seres queridos, y con el Gobierno y el pueblo amigo de India en su lucha contra la lacra del terrorismo», ha publicado el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en la red social X.

Casi cuatro décadas de enfrentamientos

Cachemira, reclamada en su totalidad pero gobernada en parte por India y Pakistán, ha sido propensa a la violencia militante desde el inicio de la insurgencia antiindia en 1989. Desde entonces, la región del Himalaya se ha sumergido en una revuelta armada contra el dominio de Nueva Delhi, un conflicto en el que han muerto decenas de miles de personas. La India acusa a Pakistán de ser cómplice de la insurgencia; Islamabad, por su parte, lo niega.

En 2019, la India revocó el estatus especial de Cachemira y dividió el estado en dos territorios administrados federalmente: Jammu y Cachemira, y Ladakh. La medida también permitió a las autoridades locales otorgar derechos de residencia a extranjeros, con los que podían obtener empleo y comprar tierras en el territorio.

Esto condujo a un deterioro de las relaciones con Pakistán, que también reclama la región. La disputa ha sido la raíz de una amarga animosidad y un conflicto militar entre los vecinos, que poseen armas nucleares.

En los últimos años la violencia ha disminuido y los ataques contra turistas en Cachemira se han vuelto poco frecuentes. El último incidente mortal tuvo lugar en junio de 2024, cuando al menos nueve personas murieron y 33 resultaron heridas después de que un ataque militante provocara que un autobús que transportaba peregrinos hindúes se precipitara a un profundo barranco.