El papa resalta el valor de la prensa para lograr la paz: «Desarmemos las palabras y desarmaremos la Tierra»
León XIV ha reclamado la liberación de los periodistas encarcelados ante el aplauso de cientos de reporteros
De nuevo la paz. En su primer encuentro con los periodistas que han cubierto el cónclave, el papa ha pedido a los medios una implicación directa para buscar el fin de los conflictos y el odio en el mundo, un mensaje recurrente en los tres discursos que ha pronunciado tras ser elegido el pasado jueves.
“Estáis en la primera línea a la hora de narrar los conflictos y las esperanzas de paz, por eso os pido elegir con sabiduría y valentía el camino de una comunicación de la paz”, ha dicho León XIV a los cientos de reporteros que han seguido su audiencia en el Aula Pablo VI del Vaticano.
El mundo no necesita «una comunicación estruendosa», sino una «capaz de escuchar y de recoger las voces de los débiles que no tienen voz». Por ello, ha lanzado: «Desarmemos las palabras y contribuiremos a desarmar el mundo».
Fervor por el papa (también entre los periodistas)
León XIV ha empezado con puntualidad exacta su discurso, que ha levantado aplausos y algún «viva el papa» por parte de los periodistas presentes y sus acompañantes, entregados al nuevo pontífice. «Gracias por este maravilloso recibimiento. Dicen que aplaudir al principio no significa mucho, si seguís despiertos al final y aplaudís…», ha bromeado. Lo ha hecho en inglés, idioma que ha abandonado rápidamente para pasar al italiano.
Ha comenzado agradeciendo a los medios su trabajo no solo durante la elección papal, sino también en la muerte de Francisco y sus exequias. Pronto ha ido al grano, en una alocución de algo menos de 15 minutos. «La paz empieza con cada uno de nosotros», ha señalado, y ha recalcado la «importancia fundamental» de la comunicación en este ámbito: «Debemos decir ‘no’ a la guerra de palabras e imágenes, debemos rechazar el paradigma de la guerra».
Ha hecho un llamamiento por la liberación de los periodistas «encarcelados por buscar e informar sobre la verdad», reconociendo su «valentía» por defender el «derecho de las personas a estar informadas». «Solo los individuos informados pueden tomar decisiones libres», ha destacado, por lo que ha reclamado a la comunidad internacional a «salvaguardar el precioso don de la libertad de expresión y de prensa».
Un periodismo que abandone lenguajes «ideológicos»
El recién elegido pontífice ha agradecido a los reporteros que hayan ido más allá de los «estereotipos y lugares comunes» con los que habitualmente se interpreta la «vida cristiana» y a la Iglesia.
El reto más importante para la comunicación hoy, ha afirmado, es salir de «la ‘Torre de Babel’ en la que a veces nos encontramos, de la confusión de lenguajes sin amor a menudo ideológicos o partidistas«. Por ello, ha pedido a los periodistas crear entornos «de diálogo y discusión», algo más necesario con la evolución de la tecnología y en particular de la inteligencia artificial. Esta tiene un «inmenso potencial, pero exige responsabilidad y discernimiento para que pueda utilizarse para el bien de todos».
Robert Prevost ha recordado las palabras que ya dirigió Francisco a los periodistas: «Desarmemos la comunicación de todo prejuicio, resentimiento, fanatismo y odio, liberémosla de la agresión».
Bromas, regalos y saludos a los corresponsales en el Vaticano
Tras ello, ha saludado personalmente a un grupo de periodistas, aquellos que están acreditados permanentemente como corresponsales en el Vaticano. Allí, ha firmado una pelota de béisbol, se ha puesto una prenda tradicional peruana y ha bromeado sobre jugar unos dobles de tenis con algunos de los vaticanistas más veteranos.
Acto seguido, ha recorrido el pasillo central del salón para saludar a algunos periodistas más y a sus acompañantes, aprovechando para bendecir a algunos niños y bebés. El espacio se ha convertido en una marea de móviles: nadie se quería perder su foto del papa o su selfi con él.
En el Vaticano han estado presentes estos días unos 6.000 periodistas acreditados, procedentes de 90 países. Aunque tras la elección del papa muchos de ellos ya han abandonado San Pedro —este lunes prácticamente vacía de medios, aunque no de turistas— y los sets de televisión se han ido desmontando, en el salón todavía había cientos de ellos. La gran mayoría, unidos al fervor que ha despertado en sus primeros días de papado León XIV.
Fuente: Agencias